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Facebook como disparador de lectura en Twitter

Una curiosidad -que viene pasando hace ya bastante tiempo- es que la asincronía de las publicaciones en Facebook permite leer tweets que -probablemente- se nos pasaron por alto, ya que Twitter funciona en tiempo real (y lo que no se lee en los primeros minutos, se pierde)

Esto, de alguna forma, permite que Facebook sirva de índice o recopilador de tweets de nuestros amigos más relevantes, generando tráfico hacia Twitter y permitiendo la lectura de tweets fuera de sincronía.
Ciertamente, es una ayuda de Facebook a Twitter que nadie esperaría que existiese, ya que ambas plataformas son competidoras en extremo.
El caso contrario es notablemente menos común, y es poco frecuente que un tweet nos lleve a un post en Facebook.

Esta situación atípica puede aprovecharse en nuestra estrategia de comunicación. Si una parte de nuestros tweets -los más importantes- se comparten vía API en Facebook, lograremos no solo una tasa de lectura muy superior, sino que, en el proceso, obtendremos seguidores nuevos, salidos de nuestra base de fans.

Twitterbook

El contexto es el Rey, el contenido es la Reina y la brevedad es el Príncipe heredero

Con la superabundancia de información existente en Internet, hay pocas maneras de hacer visible e interesante un mensaje de marketing. Las tres más importantes son: el contexto apropiado, la calidad de los contenidos y la mínima extensión posible, en ese orden. De poco sirve algo muy bueno que a nadie le interese, o algo muy interesante pero de pésima calidad. Y si es demasiado largo, minimizará los logros del contexto y la calidad obtenidos.

Relevancia, calidad y brevedad: las puntas del triángulo de la comunicación digital exitosa.

Contexto

Si no anda en teléfonos y tablets, no anda.

Ya estamos en una etapa del marketing donde todo debe ser pensado teniendo en cuenta que la versión móvil debe funcionar bien. No es posible seguir especulando con que nuestros clientes verán lo que sea que hagamos desde la pantalla de una computadora; cada vez más, lo harán desde su smartphone o tablet.

Y con la llegada de pantallas aun más grandes en estos dispositivos móviles, la tendencia hacia usarlos como principal modo de comunicación digital aumenta sin parar.

Sitio web, publicación en Facebook, foto, flyer o lo que sea, debe funcionar bien primero en los dispositivos móviles, y después en las computadoras.

Phablets

¿El fin de los Fans en Facebook?

«Fan» es un reconocido diminutivo de «fanático», que ha sido ampliamente usado en el mundo de los deportes y de la música, mayormente. Sin embargo, dentro de Facebook, es una palabra que implica un compromiso emocional superior al que típicamente puede una persona darle a una marca, personalidad o causa. Por supuesto que mucha gente podría declararse abiertamente fan de Apple, Nike, París o Rod Stewart, pero difícilmente lo serían de una vidriería de barrio, una marca de desinfectante o una funeraria.

A partir de esta brecha entre la implicancia de la palabra Fan y la necesidad de que la gente conecte con cualquier cosa que desee dentro de Facebook, se decidió cambiar «Fan» por «Me Gusta» («Fan» por «Like», en inglés)

A la vez, esto va de la mano con la decreciente exposición que las marcas tienen a su propia comunidad en Facebook, producto del aumento progresivo de la cantidad de «Me Gusta» que la gente va acumulando con el paso del tiempo.

Es más fácil y obtenible un «Me Gusta» que un «Fan» de parte de una persona cuando se la expone a la propuesta de una marca; pero, así como es fácil obtener su «Me Gusta», es igual de difícil obtener su interacción e, incluso, siquiera su mirada sobre lo que la marca publica cada día.

Como no hay lugar para todos en el muro de los usuarios, el algoritmo de Facebook -EdgeRank- va «decidiendo» cuáles actualizaciones serán expuestas a cada usuario y cuáles no, en función de una larga y compleja serie de parámetros.

Al final, los «Fans» son los que realmente interactúan con ciertas marcas, lo que hace que Facebook los mantenga conectados, mientras que al resto de la gente solo les «gusta» una marca, y verán poco o nada de ella en sus muros.

Fan