La coherencia en las estrategias digitales

Si hay algo que fundamenta una estrategia de comunicaciones digitales es la coherencia: hacer lo que se decidió hacer con unos lineamientos claros y consecuentes, sin sorpresas ni cambios inesperados.

Cuando se observa lo que la mayoría de las marcas realiza online, puede apreciarse que no hay tal coherencia; un día, las fotografías tienen cierto tamaño, que no es el mismo que el del día anterior; un día, los textos están perfectamente escritos, con gramática y ortografía correctas y, al otro día, no; un día se realizan cinco publicaciones en Facebook y, al otro día, una o ninguna; los isologos están en diferentes calidades según la plataforma; los nombres de archivos que se comparten tienen cierta lógica, o no la tienen en absoluto; ciertos días se responder los comentarios en Facebook, Twitter o Google+, y en otros días hay silencio total; se abarcan públicos multilingües, pero se les habla en un solo idioma; se hacen campañas de Facebook Ads con una mala planificación de la segmentación, lo que redunda en una gran cantidad de seguidores que no producen resultados; se crean concursos informales que no cumplen con las normativas de Facebook, y hasta quizá tampoco sirven para el target al que se está llegando; y centenares de ejemplos más por el estilo…

Lo que llamamos «tener éxito» en la estrategia de comunicaciones digitales no proviene de un breve resumen de pocos verbos y algunos sustantivos, entrelazados decorosamente; es una compleja planificación, que requiere de mucho entendimiento y muchas horas de ejecución al mes.
La comunicación online es un sistema complejo y, como tal, tiene propiedades emergentes impredecibles, y es muy sensible a los cambios en sus condiciones iniciales.

Cuanto más dependa del azar, peores resultados se obtendrán. Y el azar se evita, en buena medida, mediante la coherencia y la planificación estratégicas.

Coherencia